Proyecto Balady:
Cuerpo llamando a cuerpo
La danza del vientre como forma de resistencia y motor del cambio social
"No quería ser una bailarina de danza del vientre, yo quería su valor, el valor de como se enfrentan a una sociedad que las rechaza. Las contradicciones que la rodean. La amamos y la odiamos..." Así comienza el documental Balady, resultado de un proyecto del mismo nombre gestado por Emilie Vidal de la Fundación Interarts con sede en Barcelona y Donia Maher, miembro de la productora egipcia audiovisual Hassala.
El objetivo del proyecto y del documental es "observar cómo los roles y modelos de género afectan a nuestros cuerpos a través de la danza del vientre y los intercambios culturales", ¿pero cómo? ¿Realmente puede el movimiento de nuestros cuerpos influir en la realidad política? ¿Cómo surge esta idea?
De la mano de la gestora cultural Emilie Vidal y a través de los movimientos propios de la danza del vientre, vamos a intentar contestar a estas preguntas e ir más allá, hacer una lectura de la sociedad actual desde una perspectiva de cultura y género.
I. Cuerpo llamando a cuerpo: Primer contacto
El programa Tándem/ Shalm unió el destino profesional de Vidal y Maher en 2012. El objetivo de este programa es proporcionar a profesionales de la cultura europea la oportunidad de establecer y de colaborar en el desarrollo de producciones creativas con países árabes mediterráneos. La de 2012 fue su primera edición y en ella, Vidal y Maher concibieron Balady.
"Desconocía el tema, así que me tuve que adaptar e investigar a la propuesta de Donia" nos cuenta Vidal, "pero la flexibilidad es creativa y divertida. Entrevisté a muchas personas, y lo que más me llamó la atención es que la mayoría de las personas que bailan la danza del vientre no son árabes".
El proyecto consistió en llevar a cabo tres talleres de danza del vientre entre Barcelona y El Cairo con el fin de hablar de la influencia de la sociedad en la forma de moverse de las mujeres. Para participar sólo era necesario un requisito: no haber bailado nunca antes.
II. Cuerpo llamando a cuerpo: Reconocimiento de las partes
La búsqueda de participantes no fue fácil, "apenas hay chicos que bailen y por otra parte, en Egipto tuvimos dificultad para seleccionar a las personas del taller, porque la danza del vientre está reservada al espacio privado, al familiar". Finalmente las participantes que formaron parte del taller de El Cairo eran artistas o personas relacionadas con el arte, mujeres activistas y profesionales que no por ello tenían una mayor confianza en su cuerpo.
Señala Emilie Vidal que "se produce una contradicción entre el hecho de ser activistas y la relación con su cuerpo", todo el documental se mueve en esta dualidad. Podemos escuchar a las participantes decir cosas como: "se espera que ocultes tu feminidad, en lugar de ser feliz porque eres hermosa, estás siempre preocupada (...) Empiezas a creer que hay algo malo en ti".
No sólo las participantes de los talleres son las protagonistas del corto, son muchos los personajes que se entremezclan en la cinta; una suerte de artistas, aficionados y gente de la calle opina sobre la danza del vientre, su significado y su papel como impulsor del cambio. Las opiniones son diversas, muchas controvertidas, el debate está servido.
Mientras opinan, las participantes árabes planean un "carnaval" (bailar en la calle), una de ellas relata como un día su grupo de danza moderna bailó en el metro de El Cairo y como desde los altavoces de la estación se pidió: "¡La gente situada en la plataforma debe viajar en el metro o salir!"
Parece ser que el espacio público también es una conquista.
El objetivo del proyecto y del documental es "observar cómo los roles y modelos de género afectan a nuestros cuerpos a través de la danza del vientre y los intercambios culturales", ¿pero cómo? ¿Realmente puede el movimiento de nuestros cuerpos influir en la realidad política? ¿Cómo surge esta idea?
De la mano de la gestora cultural Emilie Vidal y a través de los movimientos propios de la danza del vientre, vamos a intentar contestar a estas preguntas e ir más allá, hacer una lectura de la sociedad actual desde una perspectiva de cultura y género.
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| Fotograma del documental Balady. Fundación Interarts |
I. Cuerpo llamando a cuerpo: Primer contacto
El programa Tándem/ Shalm unió el destino profesional de Vidal y Maher en 2012. El objetivo de este programa es proporcionar a profesionales de la cultura europea la oportunidad de establecer y de colaborar en el desarrollo de producciones creativas con países árabes mediterráneos. La de 2012 fue su primera edición y en ella, Vidal y Maher concibieron Balady.
"Desconocía el tema, así que me tuve que adaptar e investigar a la propuesta de Donia" nos cuenta Vidal, "pero la flexibilidad es creativa y divertida. Entrevisté a muchas personas, y lo que más me llamó la atención es que la mayoría de las personas que bailan la danza del vientre no son árabes".
El proyecto consistió en llevar a cabo tres talleres de danza del vientre entre Barcelona y El Cairo con el fin de hablar de la influencia de la sociedad en la forma de moverse de las mujeres. Para participar sólo era necesario un requisito: no haber bailado nunca antes.
"Tuvimos dificultad para seleccionar a las personas del taller, porque la danza del vientre está reservada al espacio privado" (Emilie Vidal)
II. Cuerpo llamando a cuerpo: Reconocimiento de las partes
La búsqueda de participantes no fue fácil, "apenas hay chicos que bailen y por otra parte, en Egipto tuvimos dificultad para seleccionar a las personas del taller, porque la danza del vientre está reservada al espacio privado, al familiar". Finalmente las participantes que formaron parte del taller de El Cairo eran artistas o personas relacionadas con el arte, mujeres activistas y profesionales que no por ello tenían una mayor confianza en su cuerpo.
Señala Emilie Vidal que "se produce una contradicción entre el hecho de ser activistas y la relación con su cuerpo", todo el documental se mueve en esta dualidad. Podemos escuchar a las participantes decir cosas como: "se espera que ocultes tu feminidad, en lugar de ser feliz porque eres hermosa, estás siempre preocupada (...) Empiezas a creer que hay algo malo en ti".
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| Taller en El Cairo. Fundación Interarts |
III. Cuerpo llamando a cuerpo: Aceptación de las partes
El proyecto Balady parte de la idea de una mujer preguntándose si la danza del vientre refleja las contradicciones culturales de sus propias identidades. Después de bailar, las mujeres participantes de los talleres, egipcias en El Cairo y de nacionalidades diversas en Barcelona reflexionan sobre este punto, hablan de lo que les pasa, de lo que pasa. En el documental podemos apreciar como en El Cairo las conversaciones tienen aroma social, de preocupación, de cambio...En resumen, colectivo. En Barcelona son, por el contrario, más introspectivas, de sentimientos, de sensaciones.
Es el soy frente al somos. El estoy frente al estamos. No obstante, todas bailando el mismo son, todas dejando fluir sus cuerpos. Bailan para resistir.
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| Fotograma de Balady. Fundación Interarts |
IV. Cuerpo llamando a cuerpo: Convertir las partes en arte
No sólo las participantes de los talleres son las protagonistas del corto, son muchos los personajes que se entremezclan en la cinta; una suerte de artistas, aficionados y gente de la calle opina sobre la danza del vientre, su significado y su papel como impulsor del cambio. Las opiniones son diversas, muchas controvertidas, el debate está servido.
Mientras opinan, las participantes árabes planean un "carnaval" (bailar en la calle), una de ellas relata como un día su grupo de danza moderna bailó en el metro de El Cairo y como desde los altavoces de la estación se pidió: "¡La gente situada en la plataforma debe viajar en el metro o salir!"
Parece ser que el espacio público también es una conquista.
Aquí os dejamos el tráiler de la película. Si la veis anunciada en algún festival o en alguna muestra, ¡no dudéis en ir a verla!
